Saucony Kinvara 9

Las Saucony Kinvara 9 siguen siendo unas de las zapatillas “intocables”, líderes indiscutibles de la categoría de natural running que podríamos decir que ellas mismas crearon hace casi una década. En la mediasuela, permanecen fieles a la EVA+ que tan bien le ha funcionado en sus predecesoras, dejando el EVERUN para la topsole de tres milímetros que hay entre el footbed y la plantillas.

Huelga decir que se mantiene el drop de cuatro milímetros que las caracteriza desde su primera versión y que, por extraño que parezca, no es tan exigente como se podría pensar. La sensación que transmiten es muy buena y una de las más equilibradas que hemos visto en la familia Kinvara porque son bastante agradables y confortables pero sin llegar a ser chiclosas con lo que se le pueden sacar ritmos medios e incluso altos.

La suela ha cambiado mucho dejando mucha más EVA+ al descubierto y dejando la cobertura con caucho (XT-900 o IBR+) sólo para determinadas zonas sometidas a un mayor desgaste. El agarre es muy bueno a costa de sacrificar un poco la durabilidad, sobre todo, para quien tenga propensión a “lijar” el suelo.

El upper ha mejorado mucho, extremadamente suave y agradable, con una adaptabilidad muy buena que se refuerza con la banda de la mitad del empeine, algo más permisiva que el ProLock que a algunos no gustó en la séptima versión. Por si todos estos encantos fueran pocos, en la báscula marcan unos valores que casi asustan de lo ligeras que son porque no olvidemos que son unas zapatillas de entrenamiento y están en pesos que bien podrían pertenecer a unas zapatillas voladoras.